Editorial
TLATELOLCO
ES MÁS QUE ETIQUETAS
Estos meses han
transcurrido digamos tranquilos. Aunque sigue pendiente lo del sistema de agua
y la seguridad.
En el plano internacional,
concretamente en los Estados Unidos, la contienda electoral está delineada con
los candidatos a la presidencia de Hillary Clinton, por el partido demócrata y
Donald Trump, por el republicano. El próximo mes de noviembre, se llevarán a
cabo elecciones de trascendencia que auguran ser muy cerradas. Que,
independientemente del resultado, las repercusiones económicas y políticas se
reflejarán y, en especial, en los pueblos latinoamericanos, o para el llamado
tercer mundo.
En la Ciudad de México,
como ejercicios democráticos, estarán convocados para los próximos meses, el
Presupuesto Participativo y los Comités Ciudadanos. Derecho que debemos
ejercitar para ir haciendo costumbre y por ende, en su momento, con la madurez
participativa refutar resultados anómalos con pruebas sólidas y argumentos. A
la voz: “No hay, a cuál irle”, es en la medida de nuestra participación
y argumentación concreta ante un posible fraude. Siendo así, es la manera de
poder practicar nuestro derecho y presionar para que se acate los designios de
la ciudadanía. Para que los ciudadanos y partidos políticos no se salgan por la
tangente.
El Conjunto Habitacional
Tlatelolco, está cargado de experiencias inolvidables de cada rincón y pasillos
que lo conforman. Recuerdos y anécdotas enriquecen su historia. Está pleno de
costumbres y eventos alentadores a la convivencia entre tlatelolcas, vecinos de
otras colonias y por igual con gente visitante; nacional e internacional.
Ciudad Tlatelolco,
enclavada en otra ciudad milenaria, no deja de estar exenta del entorno. Es una
ciudad habitada por seres humanos que inevitablemente se mostrarán como tales,
como entes de una sociedad. Que abruptamente se manifestarán desquiciamientos
humanos.
Es por eso, al evitar
información malsana, empezaremos a esclarecer que en la Unidad Tlatelolco
–desde su fundación, 1964- se cultivan y representan actividades culturales,
recreativas y artísticas. Se convive y expresa.
A Tlatelolco se le ha
etiquetado como el ‘68 y el ’85. Pero quienes vivimos por estos lares sabemos
que no es así.
Porque
Tlatelolco es más que esas etiquetas… afortunadamente.
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