lunes, 19 de septiembre de 2016

EDITORIAL. Número 21. Julio-agosto 2016




Editorial
SUFRAGIO EFECTIVO:
PARTICIPACIÓN CIUDADANA

La participación ciudadana institucionalizada se inicio desde que se creó el Departamento del Distrito Federal, en 1928, momento cuando la ciudad perdió sus municipios, la cual a través de los años se ha transformando.

Al modificarse y pronunciar el DDF, estaría integrada por diferentes sectores de la ciudad. Así mismo se fueron creando ley, reglamento y estatuto que la regirían.

En los 80’s la convocatoria para los “Jefes de Manzana” se realizaron en una época cuando la credibilidad -“bajo de popularidad”- hacia los partidos políticos estaba a la baja. Con ese hecho, la participación no fue para quienes estaban dentro del gobierno, sino del ciudadano común. Y ante la convocatoria para las elecciones, debidamente seleccionada por sectores y distritos.

En 1997, los ciudadanos eligieron por primera vez al Jefe de Gobierno de esta ciudad.

Es de esperar la intervención de los partidos políticos registrados -en la conformación de las planillas vecinales- por diversos intereses. Pese a ello, la ciudadanía busca participar de manera no institucionalizada, pero sí, independiente. Esto ha conllevado a una lucha de descalificaciones y dudas de su integridad política –como ente perteneciente a una sociedad- de los miembros de las fórmulas participantes.

No ha sido fácil. Poco a poco hace presencia la juventud y no por menoscabo de las personas adultas; al contrario, es la cualidad óptima de sumar experiencias y empuje, así como la participación proporcional de mujeres. Qué mejor motor para buscar y aplicar proyectos en beneficio de la comunidad.


A más de sesenta años de los ahora comités vecinales, falta mucho en lo legislativo y participativo, para considerar un avance democrático. El aventurar que cada evento es un producto acabado y definitivo sería mentir. Con la práctica, tiempo y madurez se podrán escalar niveles para evolucionar, a la par, con los tiempos políticos que se esté viviendo.

lunes, 12 de septiembre de 2016

EDITORIAL. Número 20. Mayo-junio 2016




Editorial
TLATELOLCO ES MÁS QUE ETIQUETAS

Estos meses han transcurrido digamos tranquilos. Aunque sigue pendiente lo del sistema de agua y la seguridad.

En el plano internacional, concretamente en los Estados Unidos, la contienda electoral está delineada con los candidatos a la presidencia de Hillary Clinton, por el partido demócrata y Donald Trump, por el republicano. El próximo mes de noviembre, se llevarán a cabo elecciones de trascendencia que auguran ser muy cerradas. Que, independientemente del resultado, las repercusiones económicas y políticas se reflejarán y, en especial, en los pueblos latinoamericanos, o para el llamado tercer mundo.

En la Ciudad de México, como ejercicios democráticos, estarán convocados para los próximos meses, el Presupuesto Participativo y los Comités Ciudadanos. Derecho que debemos ejercitar para ir haciendo costumbre y por ende, en su momento, con la madurez participativa refutar resultados anómalos con pruebas sólidas y argumentos. A la voz: “No hay, a cuál irle”, es en la medida de nuestra participación y argumentación concreta ante un posible fraude. Siendo así, es la manera de poder practicar nuestro derecho y presionar para que se acate los designios de la ciudadanía. Para que los ciudadanos y partidos políticos no se salgan por la tangente.

El Conjunto Habitacional Tlatelolco, está cargado de experiencias inolvidables de cada rincón y pasillos que lo conforman. Recuerdos y anécdotas enriquecen su historia. Está pleno de costumbres y eventos alentadores a la convivencia entre tlatelolcas, vecinos de otras colonias y por igual con gente visitante; nacional e internacional.

Ciudad Tlatelolco, enclavada en otra ciudad milenaria, no deja de estar exenta del entorno. Es una ciudad habitada por seres humanos que inevitablemente se mostrarán como tales, como entes de una sociedad. Que abruptamente se manifestarán desquiciamientos humanos.

Es por eso, al evitar información malsana, empezaremos a esclarecer que en la Unidad Tlatelolco –desde su fundación, 1964- se cultivan y representan actividades culturales, recreativas y artísticas. Se convive y expresa.

A Tlatelolco se le ha etiquetado como el ‘68 y el ’85. Pero quienes vivimos por estos lares sabemos que no es así.

Porque Tlatelolco es más que esas etiquetas… afortunadamente.